Nuevo paradigma emergente
No podemos evolucionar como seres humanos, como equipos y como organizaciones sino hacemos una revisión radical de las ideas que tenemos acerca de nosotros mismos y de nuestro mundo.
Según la respuesta que demos a la pregunta quiénes somos, variará el alcance y las posibilidades de intervenir en el cambio de conciencia y de comportamientos para lograr mejores resultados y, por ende, mayor satisfacción personal y laboral.
Producto de mi inclinación por temas relacionados con el campo de la espiritualidad y lo transpersonal, me he volcado en los últimos tiempos, a leer y estudiar el trabajo de varios autores de diferentes campos de la ciencia: biología, física cuántica, psicología transpersonal, etc. La oferta de material para leer es enorme y, como en todas las ramas del conocimiento, hay de todo.
Nuestras creencias sobre el universo y nuestra relación con él provienen, en su mayoría, de ideas gestadas en los siglos XVII y XVIII que conciben un mundo basado en la separación. Pensadores como Newton (1643-1727), Descartes (1596 – 1650) y Darwin (1809 -1882) hicieron un gran aporte al desarrollo de la ciencia y la tecnología pero, por otro lado, modelaron nuestra manera de concebir al universo como una gran máquina compuesta por partes aisladas entre sí, lo cual nos lleva a considerar la vida como un espacio en el que prioritariamente luchamos por la supervivencia.
En el siglo XX, principalmente a partir de los descubrimientos de la física cuántica, comenzaron a surgir otras concepciones del mundo y de lo que llamamos “realidad”.
